ANTECEDENTES
Todo comenzó con el afán de crear un proyecto relacionado con los tiempos
especiales que vive el mundo con el Covid 19. Como el uso del cubre bocas llegó a
ser tan importante en nuestra vida cotidiana, no me sorprendió la creatividad de
muchos con tantos diseños y colores únicos. Con cuidado, no solo por mi edad sino
por las personas cercanas a mí, realmente nunca comencé nada serio como proyecto
sino hasta octubre de 2020 cuando sentí que había aprendido a manejar la nueva
normalidad, siempre con prudencia.
DESCRIPCIÓN
El proyecto consta de 15 marcos. Seis de ellos con fondo negro tienen ocho
personas a color con cubre boca sobre nariz y boca y un personaje central en blanco
y negro. Esa persona pertenece al sector de salud. Hay un total de nueve retratos por
cada cuadro. El séptimo cuadro con fondo negro está compuesto de ocho retratos
de personal de salud en balance negro, rodeando una niña en el centro. Los 8
cuadros adicionales son un acercamiento de ojos y cubre boca. Los retratos son de
edades variadas. Los cubre bocas representan una cara de alguna forma.
Se escogieron máscaras creativas, y se organizaron en función de la estética. Todas
las imágenes se tomaron con un teléfono celular desde octubre de 2020. El fondo
negro fue programado en el celular y los detalles de imperfecciones no fueron
retocados, mostrando así la nueva cara de la fotografía.
JUSTIFICACIÓN
El arte, siempre omnipresente, fue afectado duramente por la pandemia. Tocar el
tema solo puede ayudar a ese pilar de la civilización a levantarse nuevamente. Ahora
bien, en estos tiempos, los trabajadores de la salud son más propensos a infectarse
con Covid 19. Quise darles un reconocimiento especial colocando su imagen en
blanco y negro en las obras para resaltar cómo dependemos de todos ellos más que
nunca. Como figuras centrales, irradian a los otros ocho que los rodean. Quería
honrar su trabajo, su valentía y dedicación. Figuradamente, quise mostrar la
evolución del Covid 19 desde su inicio con cubre bocas de color negro, horror que
nos tocó, con una evolución de colores y diseños hasta el sexto cuadro con fondo
negro de más alegría, que simboliza el eventual final de la pandemia. El séptimocuadro, en una búsqueda positiva, se centra en una niña arropada en color rosa
como símbolo de esperanza. El personal de la salud se mantiene en blanco negro para seguir honrándolos.
Dicho esto, las pandemias son parte de la historia de nuestro mundo. Cada cien años
parece que pasa una como algún cometa que podemos observar en el cielo
nocturno. Al igual que esos eventos astronómicos, una pandemia pasa dejando
tragedias e historias asombrosas. Pero, como todo lo demás en la vida, ¡Todo pasa!
Por lo tanto, cuento un cuento visual con un sentir de tragedia y de esperanza hasta la
victoria final o sea un sentimiento positivo al proyecto con colores.
La creatividad humana en su forma más simple es formidable y la moda de los cubre
bocas permanecerá como un recordatorio de los momentos únicos que
compartimos. A medida que los cubre bocas se apoderaron de nuestros rostros, lo
que se convirtió en un elemento principal de comunicación más que antes fueron
nuestros ojos y la forma en que nos miramos, ya que la expresión de la boca y su
entorno ha desaparecido. Entonces, aunque los cubre bocas tienen una importancia
primordial en el proyecto, las puertas del alma son especialmente importantes.
Pronto los cubre bocas desaparecerán a medida que la pandemia se desvanezca.
Que esta obra sirva como testimonio de los tiempos difíciles que vivimos como
familia en el mismo planeta que compartimos.
Como narrador visual que usa la fotografía como única herramienta, he usado
muchas cámaras por más de 60 años. Desde hace unos años, los teléfonos móviles
asumieron un lugar importante para todas las personas que toman fotografías. La
tecnología ha avanzado a tal punto que los celulares inteligentes ya tienen RAW
disponible. Usé un iPhone 5 desde 2012, es decir durante los últimos ocho años. Este
año llegó el momento de cambiar, y adquirí un nuevo modelo hace un par de meses
(12 pro). Sentí que pasé de la Edad Media al siglo XXI. Descubrí la función de hacer
retratos con fondo negro automático, y comencé a tomar fotografías de personas con
cubre bocas, dejando algunas imperfecciones a medida que iban apareciendo.
En el 2015 tuve una exhibición titulada unafotoaldíaaldoctoraleja. Tomé una foto al
día durante un año con el antiguo celular --un proyecto acerca de Instagram con 365
fotos--. Una vez más, surge un proyecto con una nueva cara de la fotografía gracias a
la tecnología. Blanco y negro es el pasado, el presente y el futuro. El blanco y negro
en la fotografía siempre será una forma de arte única y especial, por lo que se
presenta como la manera de honrar al personal de salud, al igual que se honra la
fotografía en blanco y negro en el arte, que siempre será un rostro de la fotografía. El
color, por otro lado, es la forma cómo ven nuestros ojos; es la vida misma. Consideroque la estética y el discurso son igualmente importantes en el arte, y con este
proyecto he buscado el equilibrio en ambos.